En la provincia de Castellón se compra ahora más tabaco que antes de la entrada en vigor de la normativa antitabaco. Lo demuestran las estadísticas del Ministerio de Hacienda. Según ellas, en los siete primeros meses del 2007 se vendieron en todas las comarcas 35,45 millones de cajetillas. En el mismo periodo del 2005 fueron 33,8 millones.

El aumento del número de habitantes, el fenómeno migratorio y la afluencia de turistas a la costa explican, en parte, este repunte, a juicio de Arturo Bort, presidente de la Asociación Provincial de Estanqueros. Así, Ahmad Khalaf, presidente de la Asociación Azahar para la Prevención del Tabaquismo, abundó en que el incremento en el número de turistas provoca un aumento de las ventas, sobre todo, entre los extranjeros, porque el producto nacional es más barato. Bort puso como ejemplo la diferencia de precios que hay entre Francia y España. A ello hay que sumar, según ambas fuentes, el flujo migratorio. De hecho, el nivel de habituación tabáquica en personas de algunos terceros países es superior al de los autóctonos.

APLICACIÓN Los expertos también barajan que la ley antitabaco haya perdido fuerza tras más de año y medio de aplicación. Pasado ese tiempo, a juicio de Khalaf, el carácter novedoso de la norma se pierde, y hace falta algo más para reducir la prevalencia del consumo de tabaco.

Recordó un informe de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria que revela que, a nivel estatal, el porcentaje de fumadores que ha dejado el hábito durante este año es sensiblemente inferior al del 2006 (8,1% en el 2007 frente al 11,9% en el 2006).

Khalaf apuntó que la norma ha tenido efectos positivos al prohibir la promoción pública del tabaco, la venta a menores y regular su consumo en espacios públicos, al objeto de limitar los efectos perniciosos de la inhalación del humo del tabaco. Sin embargo, recordó: "No puede haber ninguna ley que obligue a dejar de fumar". En este sentido, apostó por insistir en la prevención, especialmente entre los más jóvenes para reducir el nivel de los que se inician en el consumo, así como en vincular a la sociedad civil en esta lucha.

Por su parte, Bort confirmó que se ha detectado un cierto cambio de hábitos. Por ejemplo, la venta de cigarritos --puritos-- se está poniendo de moda. Puede deberse a que la gente considera que el producto es más natural o porque se consume menos al dejarlo encendido, según dijo. También el de liar se vende más, sobre todo, entre los extranjeros. Por ejemplo, los británicos están habituados a ellos. Así, en Castellón se ha pasado de comercializar 130.969 unidades en los siete primeros meses del 2006 a 159.602 en el mismo periodo del 2007, según el Ministerio.