Las negociaciones entre el Ayuntamiento de Castellón y la Subdelegación del Gobierno central para el uso de los edificios del Estado que han dejado de prestar sus servicios siguen congeladas, a pesar de un primer intento este verano, establecido por el alcalde de Castellón, Alberto Fabra, para desbloquear esa situación con el subdelegado del Gobierno, Antonio Lorenzo.

Así lo puso de manifiesto a Mediterráneo el representante del Ejecutivo central en la provincia, quien aseguró que en aquella reunión "no se habló de ningún edificio concreto, ni de usos alternativos en esos inmuebles, sino de voluntades de colaboración institucional".

Hasta el momento, la capital de La Plana alberga tres inmuebles que han dejado de ser utilizados para el fin que fueron construidos. Se trata de la antigua Delegación de Hacienda, ubicada en Huerto Sogueros, que cerró a principios del 2007; la Comandancia de Marina, clausurada el pasado 15 de julio, sita en el Moll de Costa de PortCastelló; y el edificio que albergó la Residencia de Suboficiales, en la calle Alcalde Tárrega, que lleva sin ejercer esta función desde hace cerca de una década.

"Se trata de esos tres inmuebles --añadió el subdelegado--, ya que el edificio de la Aduana, que el Ayuntamiento lo incluye en sus declaraciones a los medios de comunicación como posible futura tenencia de alcaldía, sito en el Moll de Costa, seguirá ejerciendo esa función administrativa". Lorenzo recalcó: "Aún estamos esperando que el alcalde de Castellón nos solicite formalmente por escrito qué edificios concretos va a solicitar al Estado su cesión, a fin de ofrecer un determinado servicio ciudadano".

"Hasta ahora, la intención del Gobierno es reconvertir la antigua Comandancia de Marina en sede del Cuerpo Nacional de Policía Nacional para el Distrito del Grao de Castellón, mientras que sobre la Residencia de Suboficiales no me consta ninguna propuesta estatal".