La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) confía en que las heladas sufridas en la segunda quincena de enero en Turquía, Israel y Grecia, tres de las principales zonas citrícolas mediterráneas, y que afectaron a buena parte de la producción de naranjas y clementinas tardías que quedaban por recolectar, permitan fidelizar clientes para esta campaña.

En este sentido, el presidente de la organización agraria, Cristóbal Aguado, indicó que confía en que la nueva reducción de la oferta en Europa y en los países del Este "no se aproveche para especular con los precios, aunque sí para fidelizar clientes". La actual campaña "ha mejorado gracias a la caída global de la cosecha española de naranjas y mandarinas, que los aforos oficiales estimaron en un 25% pero que en la práctica se ha visto que es mayor", apuntaron las mismas fuentes. Las exportaciones citrícolas hasta diciembre fueron "las mismas" que el año pasado, con 1,47 millones de toneladas, y su valor aumentó un 14%.

LA UNIÓ Por otro lado, la Unió-COAG lamentó en un comunicado la "gran disparidad" entre el aumento de las exportaciones y el descenso en los precios. El vicesecretario general, Miquel Oltra, dijo que "el discurso de las exportaciones contrasta con la realidad de las cotizaciones en el campo y no se entiende como se exporta más y con mayor valor económico, mientras en el campo las pérdidas han aumentado". Miquel Oltra también señaló que "en el sector alguien se viene enriqueciendo a costa del sufrido agricultor y se constata cada vez más que el sector citrícola se sustenta a costa de las pérdidas de los productores".