El vicealcalde de Castellón y concejal de Urbanismo, Javier Moliner, acusó ayer al Gobierno central de "castigar" a la provincia con el trazado previsto para el desdoblamiento de la nacional 340. "Hacer pasar la carretera a menos de 30 metros de la explanada de la Magdalena y a 100 del ermitorio es el castigo político de Zapatero a Castellón por no votarle", fueron las palabras que utilizó Moliner.

El edil afirmó además que el hecho de licitar estas obras dos días después de las elecciones generales supone un "uso partidista de la Administración". En su opinión, el Gobierno central no deseaba que se conociese el trazado de esta infraestructura "no consensuada" con anterioridad a los comicios, mientras en el tramo en que los ayuntamientos estaban de acuerdo "lo licitó en la jornada de reflexión de las últimas municipales". Para Moliner, esta forma de actuar "carece de cualquier principio ético".

AFRENTA CULTURAL El vicealcalde de la ciudad explicó ayer que la nueva N-340 será una vía de cuatro carriles a distinta altura, que discurrirá a menos de 30 metros de la explanada de la Magdalena, y a un centenar del ermitorio y el paraje del Castell Vell. Por esta razón, calificó la cuestión de "importancia suprema" para la ciudad, e instó al Ministerio de Fomento a rectificar ante el "atropello a nuestro patrimonio cultural e histórico".

Moliner tachó el nuevo trazado de "auténtico disparate", ya que, según dijo, en solo 600 metros van a discurrir paralelas tres carreteras (AP-7, nueva N-340 y la vieja N-340). Además, indicó que la obra "supondrá una nueva cicatriz en el término municipal", cuando se podría evitar desdoblando el vial actual, "que reúne todos los requisitos, ya que la ampliación está prevista en el Plan General de Ordenación Urbana y existe también la Declaración de Impacto Ambiental".

Ante la licitación llevada a cabo el martes, el portavoz municipal indicó que el Ayuntamiento castellonense va a iniciar un proceso reivindicativo "para que la ciudad vea salvaguardados sus intereses", aunque no citó las medidas en que se concretará este proceso y las postergó a próximos anuncios. El edil escenificó esta voluntad reivindicativa con un esclarecedor: "Vamos a morir de pie en este tema".