La planta de basuras prevista en el municipio de Cervera se construirá, finalmente, en la partida de la Bassa, que es la localización que desde un primer momento ha fijado la Conselleria de Medio Ambiente. El alcalde, Antonio Lluch, ha declarado a Mediterráneo su rotunda negativa a estudiar la propuesta de reubicar esta instalación en la parte más oeste de la población.

Hay que tener en cuenta que esta alternativa, presentada por el consistorio de Càlig, cuenta con el beneplácito del presidente del Consorcio Provincial de Residuos y vicepresidente de la Diputación, Vicent Aparici; el del máximo responsable del consorcio de la Zona 1, Joaquim Puig; y el de los miembros de la plataforma No a l´Abocador.

El primer edil de Cervera, que es quien tiene la última palabra en este asunto, ha dicho claramente que "no contemplamos la posibilidad de cambiar el emplazamiento de la planta". Pese a las distintas peticiones de estudiar esta alternativa, Lluch ha reiterado que la instalación se ejecutará donde está prevista".

Ante esta postura, el alcalde de Càlig, José Anglés, ha lamentado que su homólogo vecino "ni siquiera nos haya recibido para escuchar lo que planteamos. Estoy muy tranquilo por haberlo intentado, pero no he podido hacer nada porque él se ha negado en rotundo".

Mientras tanto, en el registro del Ayuntamiento de Cervera se han presentado un total de 14 alegaciones por las expropiaciones que se han llevado a cabo --después de la aprobación plenaria que tuvo lugar a finales de abril-- de los terrenos en los que se va a construir la planta de basuras. El primer edil ha señalado que no hay demasiadas parcelas afectadas por las futuras obras, "lo que ocurre es que algunas reclamaciones que vienen de una misma familia, por lo que el número de alegaciones entra dentro de lo normal. Comienza ahora el plazo para que los técnicos las estudien y resuelvan", ha añadido el mandatario.