El alcalde de Castellón, Alberto Fabra, admitió ayer que las deficiencias halladas en la zona de nichos de la parte antigua del cementerio Sant Josep se deben a "la deficiente calidad de los materiales" que se emplearon hace casi una década cuando se construyeron. Fabra aseguró que se están buscando alternativas para subsanar las deficiencias encontradas, aunque no aclaró si será la empresa encargada de la explotación del camposanto o el propio consistorio quién asuma los casi 600.000 euros que podrían costar las obras de reparación. El secretario municipal debe redactar un informe.