Las procesiones marítimas lo tienen este año más difícil que nunca. Así lo denuncian las diferentes cofradías de pescadores de la provincia, que vienen padeciendo problemas para mantener una tradición histórica en los puertos castellonenses.

A día de hoy, y a falta de solo 10 días para las fiestas de San Pedro, las cofradías del Grao y de Benicarló ha presentado la documentación necesaria para poder celebrar el acto religioso, pero todavía no han recibido respuesta por parte de Capitanía Marítima. Por su parte, en Peñíscola todavía no han decidido siquiera si finalmente la llevarán a cabo, debido a la gran cantidad de requisitos que deben cumplir.

Así lo denuncia el patrón mayor de la localidad, Miguel Castell, cuando afirma que la procesión "peligra, porque cada vez piden más cosas". La razón está en el Real Decreto 62/2008, de 25 de enero, que recoge una nueva reglamentación "para las condiciones de seguridad marítima, de la navegación y de la vida humana en la mar aplicables a las concentraciones náuticas de carácter conmemorativo y pruebas náutico-deportivas".

Esta norma regula la celebración de actos religiosos y deportivos, y entra en vigor por primera vez este año. En ella se recogen exigencias tales como la contratación de un seguro de responsabilidad civil por parte de la entidad organizadora por valor de 300.000 euros, la exigencia de un número de aros salvavidas determinado para cada cantidad de personas a bordo de los barcos participantes, o la necesidad de comunicar la cifra de embarcaciones que toman parte en el acto, así como sus nombres.

QUEJAS. Requisitos como estos han hecho que desde las cofradías organizadoras de los actos se haya alzado la voz. El patrón mayor de Benicarló, Salvador Orero, ha señalado que desde Capitanía Marítima se establece demasiada rigurosidad en las exigencias, "y nos imposibilitan seguir una tradición de toda la vida". En el mismo sentido se expresa el patrón mayor de Castellón, Ramón Salvador, que incluso indica que con tantos problemas "llegará un momento en el que no saldrá ninguna barca".

Aunque la procesión de San Pedro es la más cercana en el tiempo, la norma también afecta a la celebración de la Virgen del Carmen, el 16 de julio. En este sentido, el patrón mayor de Vinaròs ya indicó a Mediterráneo que tan solo una barca participará en ella, mientras el resto quedarán amarradas, en un hecho poco habitual. En Burriana todavía no se ha decidido si se organizará la procesión, mientras otra tradición afectada será el desembarco de Santa María Magdalena, en Moncofa.

CAPITANÍA MARÍTIMA. Desde el organismo encargado de regular todos estos condicionantes se señala que la legislación que ha aparecido este año "se tenía que haber realizado anteriormente". En opinión del coordinador de seguridad marítima y contaminación de Capitanía, Javier Peris, todo esto redunda en la seguridad de los participantes y se ha llevado a cabo tras haberse producido accidentes en celebraciones de este tipo en otros lugares de la geografía española.