Al principio, Adrián no quiere probarse el uniforme. "Tengo mucho calor", le dice a Silvia, su madre. Al final accede y se convierte en el protagonista de un improvisado pase de modelos. Adrián estudia en el Sanchis Yago, el primer colegio público de Castellón en implantar indumentaria común para sus alumnos por decisión del consejo escolar del centro.

Los padres y madres dispusieron ayer de un horario comprendido entre las 12.30 y las 15.30 horas para poder encargar las prendas a la empresa de Portell que confeccionará los modelos que ha escogido la asociación de padres de alumnos.

La sesión de pruebas se desarrolló en el aula de música, donde se congregaron 30 madres, algunos padres y 45 escolares de Infantil y Primaria. Las prendas --básicamente pantalones, faldas, polos y jerseys-- aparecían extendidas en torno a dos mesas, en una suerte de mercadillo.

La pequeña Claudia se entretenía tocando el tambor mientras su amiga Berta se probaba la ropa. La experiencia resultó divertida para los más peques por su carácter novedoso, aunque las abnegadas mamás tuvieron que animarles, por las lógicas incomodidades del tener que probarse gruesas prendas de vestir en plena canícula, con comentarios del tipo "mamá, me muero de calor"; "mamá, pica".

La mayoría de las madres encargó dos mudas para poder tener quita y pon. Algunas mujeres solicitaban también chándals, aunque estos últimos ya se venían utilizando este curso y algunas ya disponían de esta equipación deportiva, por lo que ya no necesitaban reservarlas.

La comodidad era el aspecto más valorado por los progenitores. "Es un descanso no tener que pensar qué les pongo a los niños cada día", comentaba Laura Soriano, directora del colegio y madre de trillizos, que a la postre, son alumnos del centro.

Aunque había varios modelos para probarse, de lo que se trataba era de elegir la talla más apropiada para cada uno. "Me aprieta", exclamaba, quejoso, un niño. "Vas a llevar la camiseta por dentro", comentaba una mamá. Muchas reflexionaban, en voz alta, sobre los arreglos que tendrán que hacer para acortar las faldas o sobre el estirón que pegarán sus hijos durante el próximo curso.

Por su parte, los pequeños mostraban ya sus preferencias por determinadas prendas. Así, Alejandro aseguraba que en invierno "ni hablar" de llevar pantalón corto. El uniforme femenino constará de falda gris con rayas azules y polo azul y blanco, aunque las niñas también podrán escoger pantalón. Pero ganaba por goleada la falta o el pichi. Eira, de hecho, aseguraba que ella no se pondría pantalones.

Los precios, sin embargo, no serán excesivamente elevados. Por menos de 100 euros se podrá contar con dos equipos completos. La mitad se paga por anticipado y el resto, a abonar cuando reciban el pedido. El uniforme se usará de octubre a mayo, por las altas temperaturas.