Los usuarios del viejo cementerio de San José coincidieron ayer en achacar al Ayuntamiento de Castellón el "pésimo estado de mantenimiento" de las instalaciones tras conocer la suspensión de todos los enterramientos en la zona más antigua para proceder a subsanar las graves deficiencias detectadas. El edil de Cementerios, Miquel Soler, admitió el jueves que, desde el año 2005, todas las inhumaciones en esa zona han incumplido el reglamento sanitario al depositarse los cuerpos a solo un metro de profundidad cuando el mínimo exigido por ley es de dos metros.

Mediterráneo pulsó ayer a mediodía la opinión de una decena de vecinos que se encontraban en ese momento en el recinto. Pilar Negre, una mujer mayor que sujetaba en una mano un cubo lleno de agua y en la otra un trapo para limpiar la lápida de su difunto marido en el Cuadro de San Cristóbal, resumía el ánimo crispado de todos los ciudadanos consultados. "Afortunadamente, creo que no estoy afectada, pero el estado de abandono del cementerio es vergonzoso porque todas las semanas vengo a limpiar a mi marido y a mis padres y lo veo", denunció. Su marido falleció hace 8 años y fue de los primeros en recibir sepultura en los degradados nichos de San Cristóbal.

Otra mujer, María Gual, coincidió en culpar al Ayuntamiento de las deficiencias "porque se gastan el dinero en lo que no deben" y también acusó a muchos vecinos "que no vienen nunca a adecentar las lápidas". Pedro Sánchez, otro usuario habitual, ya entregó el pasado 10 de junio en el consistorio 500 firmas para denunciar "el abandono en el cuidado y limpieza".