La importancia de gozar de un descanso de calidad es tal que su ausencia puede provocar enfermedades que impidan mantener el ritmo habitual de vida. Entre los factores más importantes se encuentran muchas de las costumbres habituales a lo largo de un día cualquiera: alterar el horario normal de sueño, trabajo a turnos, etc.

Para determinar con exactitud la causa de la patología, los especialistas de la Unidad de Sueño inician el trabajo en una consulta, donde se diagnostica la enfermedad y se orienta al paciente. En función del trastorno que presente se realizará, si procede, un estudio de polisomnografía, bien nocturno y/o diurno.

Estos estudios se llevan a cabo en habitaciones individuales donde está instalada una cámara conectada a un circuito cerrado y un equipo para el control de las variables durante el descanso del paciente. Los especialistas realizan el seguimiento desde una sala de monitorización externa, donde, gracias a un sofisticado equipamiento, se evalúa la calidad del descanso del paciente.

Las enfermedades más habituales tratadas en la Unidad de Sueño son trastornos de tipo metabólico asociados a la obesidad, síndrome de piernas inquietas, apneas del sueño, hipersomnias idiopáticas, narcolepsias y parasomnias.