Placidez, relax, tranquilidad. Son las impresiones que ayer nos llevamos quienes estrenamos el TRAM. Un trayecto corto, prácticamente recto, con una plataforma reservada para el bus guiado, hacen de este transporte un medio agradable de comunicación. Así, según fuentes del consistorio castellonense, más de 1.000 personas utilizaron el nuevo servicio durante el primer día, aunque mucha gente todavía desconocía que ya estaba en marcha.

Uno de los ejemplos de las personas que aún pensaban que el TRAM no estaba activo fue Lucía, a pie por la plataforma anexa, quien señaló que no sabía "que funcionaba, pensaba que estaba en pruebas". Más afortunados fueron otros estudiantes, como Rafa y Neus, que accedieron al bus guiado "porque hemos visto como subía otra chica". La ilusión se notaba en sus rostros, lógica tras largo tiempo viendo el vehículo en prácticas. Ellos realizaron el trayecto de Renfe a la UJI, ideal para los universitarios de fuera de la ciudad, y el más atractivo. En él se supera el puente vanguardista y se accede al campus de Riu Sec por el paseo de la Universitat, todo un regalo para la vista. Entre diferentes especies vegetales se llega al ágora de la facultad.

Para ayer también quedaron las primeras anécdotas, como el que algunos usuarios accedieran a él "solo para ver cómo es", como indica el chófer Ximo Cucala. También el que algunos conductores se colasen en la vía reservada o que se produjeran los primeros errores de los conductores, lógicos en el estreno.

También ayer se oyeron algunas voces críticas, sobre todo de los vecinos del paseo Morella, como Alicia o Manolo, que se quejaron de la falta de plazas de aparcamiento y del descenso en las ventas de los comercios.