El Ayuntamiento de Castellón, que presidía el socialista Antonio Tirado, estuvo de actualidad al poner en marcha llamada Línea Caliente, que no fue más que una línea telefónica independiente y específica para que los ciudadanos castellonenses canalizaran sus demandas y consultas para con los distintos servicios municipales. La concejala que desarrolló este proyecto fue Josefina Gimeno, que se encargó de los servicios de atención al ciudadano. Durante el primer mes de actividad de la Línea Caliente, se produjeron más de mil consultas que fueron atendidas en su totalidad por funcionarios especializados.