Aerocas está estudiando la posibilidad de abrir el aeropuerto algunas categorías por debajo de su estatus original. La sociedad promotora de la infraestructura aeroportuaria baraja actualmente esta hipótesis como una forma de "coger experiencia" antes de la definitiva apertura de la instalación. Así lo ha reconocido a Mediterráneo el director general de la misma, Juan García Salas, que indica que esto se produciría en el caso de que los trámites burocráticos con Aviación Civil fueran más breves que los necesarios para la puesta en marcha de la totalidad del recinto.

Precisamente en este momento, la sociedad se encuentra estudiando la documentación necesaria para este fin y sus directivos tienen previsto reunirse con representantes de la organización gestora del espacio aéreo español para conocer en qué grado es posible este hecho. De concretarse esto, la instalación castellonense iniciaría su actividad como aeropuerto de clase 2-B, en lugar de la 4-D, a la que operaría una vez a pleno rendimiento.

Esto permitiría "abrir en cuanto fuera posible", tal y como indica García Salas, puesto que las obras en la torre de control no finalizarán hasta marzo. Esta instalación no es imprescindible para acoger los vuelos de un aeropuerto clase 2-B, ni tampoco de categoría 4-D, pero García Salas no se muestra partidario de iniciar los vuelos de grandes aparatos sin dicha instalación: "Aunque me autorizaran a traer aviones de pasajeros, no los traeré hasta que no esté la torre".

Así podría acelerarse la apertura del aeropuerto con vuelos de hasta aviación ejecutiva. Algunas empresas de este tipo ya se han puesto en contacto con los representantes de Aerocas.