Cuidarse comiendo no es misión imposible. La Asociación de Empresarios de la Hostelería y Turismo de Castellón (Ashotur) va a desarrollar de octubre a diciembre una campaña en hoteles, bares y restaurantes que deseen ofrecer a sus clientes el nuevo servicio de la carta saludable. Similar a la llamada dietética, ya implantada hace dos años, aunque con escasa aceptación de los negocios, en esta se ofrecerá un mayor contenido de información, no solo de nutrientes y calorías, sino con más detalles para la salud.

"Va dirigido a cualquier consumidor, pero especialmente a colectivos con diabetes, colesterol, hipertensión u obesidad", explicó el responsable del departamento de Higiene Alimentaria de Ashotur.

La anterior iniciativa de Ashotur registró cuatro inscritos en el 2006 y uno en el 2007, el restaurante La Llar de Benicàssim, cuyo propietario, Manolo Martí, explicó que tiene la carta dietética disponible hace un año, "pero la verdad es que muy pocos clientes la piden. La mayoría son chicas jóvenes que tienen curiosidad", matizó Martí al respecto.

Así, explicó que esta carta especial da información de hasta 20 platos, de estilo saludable, sobre su contenido en grasas, colesterol, hidratos de carbono, calorías e incluye igual entrantes, que platos primeros, segundos y postres. "Pero parece que el cliente que sale a cenar o comer no se preocupa demasiado por esto", concluyó.

La nueva propuesta que ultima Ashotur --desarrollada también en Valencia y Alicante por las federaciones de hostelería-- buscará hacer llegar los datos sobre la comida de manera más asimilable al público general, sin tener que ser un experto dietista. Además, podría ir coordinada con otra medida complementaria de la Conselleria de Sanidad, el programa Gustino, que implantarán este último trimestre 106 restaurantes de la provincia, con el fin de servir, en este caso, menús saludables.

Los platos de ´Gustino´

La iniciativa otorgará la distinción de Gustino, cuyo logotipo es un pequeño tomate, a los establecimientos que cumplan 10 mandamientos para la buena alimentación. Los negocios inscritos deben tener al menos uno de cada tres primeros platos a base de verduras, hortalizas y legumbres, productos que se ofrecerán como alternativa de guarnición en los segundos, que, en muchos casos, se sirven con patatas fritas. La fruta fresca --entera o manipulada, como macedonia--, los zumos naturales o frutos secos figurarán entre las tres opciones del postre.

Siempre se podrá elegir al menos un plato de pescado de segundo, de modo que el consumidor no se vea obligado a ingerir carne o pasta. Se dispondrá de preparaciones con poca gran cantidad de grasas --cremas, manteca, margarinas, mantequillas o mucho aceite-- y se utilizarán técnicas como la cocción al vapor, horno, parrilla, salteado y plancha, en contraposición a los fritos.

Quienes quieran comer menos cantidad podrán elegir medio menú: un plato --entre los primeros o segundos-- y postre, o bien tomarlo completo pero a base de medias raciones.

Se empleará aceite de oliva virgen y se podrá pedir pan integral frente al blanco.