La Unió de Llauradors i Ramaders, por boca de su secretario general, Josep Botella, mostró ayer su preocupación por la escasa cantidad de acuerdos de compra que se están dando en el inicio de la campaña citrícola en la Comunitat. Así, Botella señaló que, en estos momentos, las transacciones son "muy selectivas" y pretenden calibres grandes a bajo precio. El anuncio contrasta con el que hizo en su día el secretario de Fepac, Domènec Nàcher, quien señaló que "el 35% de la cosecha" provincial estaba vendida antes de su recogida.

Botella valoró de forma negativa la escasa venta, agravada porque la actual es la cuarta máxima previsión de cosecha de la historia. En su opinión, esto ha de inducir a los agricultores a "ser prudentes", y trabajar para que la campaña "se ordene de la mejor manera con objeto de evitar problemas y lograr que el productor reciba un precio digno y razonable", indicó.

El aforo de la Conselleria prevé 4.000 toneladas de cítricos en la Comunitat, una cifra inferior a la de la campaña 2006/2007 y similar a la 2004/2005. La Unió recuerda que aquellas temporadas fueron "muy negativas" para los citricultores valencianos.