¿Puig o Alarte? El salto político de un selecto ramillete de militantes socialistas castellonenses a la esfera de poder de Blanqueries dependerá del voto secreto que hoy emitan a mediodía los 549 delegados citados en el Palacio de Congresos de Valencia. Salga triunfador el alcalde de Alaquàs o el de Morella, el peso numérico de las comarcas castellonenses en la futura ejecutiva del PSPV no distará de los tres o cuatro miembros.

En el caso de que Ximo Puig se alce con la victoria, nombres como las diputadas autonómicas María José Salvador y Amparo Marco o el edil vila-realense José Benlloch podrían ver premiada su fidelidad al morellano con un cargo en la futura ejecutiva. Con estos nombres estarían representadas los tres territorios de mayor peso en Castellón --la Plana Baixa, la agrupación de la capital y la Plana Mitja--. En ese hipotético escenario, Puig tendría manos libres para reforzar en el próximo congreso provincial al alcalde de Benicàssim, Francesc Colomer, como referente socialista. Otra secuela del triunfo del político morellano se daría en la capital, donde sus afines saldrían reforzados para intentar el asalto a la candidatura municipal a la alcaldía de 2011 con nombres en la recámara como el de Amparo Marco. Juan María Calles --coordinador del sector municipalista-- vería peligrar así su liderazgo en Castellón.

En el caso de que Jorge Alarte alcance hoy la secretaría general del PSPV el panorama podría también cambiar en la provincia. Fuentes de su candidatura señalan que el propio Calles y el alcalde de Vilafranca, Óscar Tena --ambos municipalistas--, tendrían muchos boletos para acceder a la ejecutiva autonómica. El primer edil de Alaquàs podría reservar un sillón para premiar a algunos de los fieles que le han apoyado desde el principio como Clara Tirado o el vallero Vicent Rebollar. En buena lógica, Juan María Calles tendría el camino despejado para repetir como candidato a la alcaldía e, incluso, para optar a la secretaría provincial como abanderado de los municipalistas.