El congreso del PSPV-PSOE dio un giro de rumbo a media tarde de ayer cuando Ximo Puig y Francesc Romeu anunciaron junto a Izquierda Socialista --Ana Noguera-- el esperado pacto para presentarse bajo una misma candidatura, frente a la de Jorge Alarte. Pese a esta unión, el cónclave sigue estando abierto, puesto que la única garantía de victoria no son los avales conseguidos por cada uno de los aspirantes --263 de Alarte por 150 de Puig-- es la que aportarán el voto secreto de los 549 delegados en las urnas que se abrirán en el Palacio de Congresos de Valencia al mediodía de hoy .

Aunque el número oficial es el que dictó la comisión electoral, la ventaja de Alarte en número de avales se ve reducida ya que a los de Puig habría que añadir los que aportará Romeu --se estima que unos 90-- y los de Izquierda Socialista --unos 30--. No obstante, el voto es secreto y seguro que hasta altas horas de la madrugada de hoy los actores de este cónclave habrán intentado comprar las voluntades de ese porcentaje de delegados que no se ha definido por ninguna opción todavía, en incluso arañar algún voto del contrario.

De todos modos, todavía hay gente que confía en los deseos de Ferraz para lograr una candidatura de integración, aunque a cada hora que pasa es más complicado que las dos alternativas se fusionen durante la mañana de hoy. Las espadas siguen en alto, y de no cerrar un último acuerdo, el próximo secretario general de los valencianos ganará por un margen de voto tan escaso que el congreso se cerrará en falso. De hecho, el descontento entre los delegados ya era patente anoche y muchos lamentaban el distanciamiento entre los equipos de los candidatos.

En este sentido, Ximo Puig volvió a incidir en que su propuesta "está abierta a todos", e insistió que la suya no era una apuesta "de unos nombres y unas personas concretas" e hizo un llamamiento a superar "el etiquetaje y las viejas familias". "Hablamos de la convergencia de una parte fundamental del socialismo valenciano que se quiere abrir a toda la sociedad. Presentamos un proyecto más que un candidato. Estamos haciendo una pequeña revolución silenciosa dentro de nuestro partido".

DEFENSA DE PROYECTOS Alarte, que cuenta con el apoyo de la plataforma Socialista y Ciudadanía, impulsada por seguidores de la secretaria de Organización federal, Leire Pajín --entre los que se cuentan los municipalistas de Castellón-- tras conocer el nuevo tándem pactado defendió su proyecto para liderar el partido como el único que representa "el cambio de verdad, sin hipotecas, maquillajes, pactos ni repartos del poder por el poder".

El alcalde de Alaquàs anunció que hoy en su parlamento previo a las votaciones defenderá que quiere "un proyecto de superación de los últimos 30 años, capaz de volver a ganar".

Por su parte, el alcalde de Morella también defenderá su candidatura alegando que la nueva alianza con Romeu y con la corriente de Izquierda Socialista es "el motor necesario para iniciar el nuevo proyecto. Esto no es una confluencia puntual, es el punto de inicio del futuro socialismo valenciano". Ximo Puig, que compareció ante una abarrotada sala de prensa junto a Romeu y Vicent Garcés, afirmó que "este ticket de dos personas es real, y va a acabar con las etiquetas y las viejas familias".

LÍO EN LA MESA Todo esto fue ya media tarde, pero las primeras decisiones sobre el desarrollo del congreso, como son la elección de la Mesa que dirige el cónclave y de la comisión electoral, evidenciaron la tensión entre ambas candidaturas, e incluso con Leire Pajín, por colocar a sus peones. Al final, hubo una mayoría de los seguidores de Alarte, que han obtenido la presidencia de ambos órganos y otros dos miembros, frente a uno de Simo Puig y uno de Romeu.