Las dificultades en la financiación hacen que las empresas observen el futuro con escepticismo. Ante las variables que estos problemas pueden causar, las respuestas no son nada halagüeñas.

Así, un 69% de las firmas prevé un aumento de la tasa de morosidad. Ninguna de las empresas consultadas señaló que esta disminuiría.

El 57% predijo que se reducirían los beneficios.

El 56% asume que tendrá menos liquidez para pagar.

La mitad prevé reducir el número de empleados.

Un tercio anuncia que la cifra de negocio y la inversión se reducirán.