Mientras que los últimos datos emitidos por la Generalitat Valenciana apuntan a que el 15% de los niños de la Comunitat sufren problemas de obesidad, un estudio reciente del programa Thao Salud Infantil sitúa esa proporción en el entorno del 20%. Es una tendencia que también se registra en Castellón, lo que supone que unos 11.000 niños de entre cinco y catorce años padecen ya algún grado de obesidad en la provincia.

Esta semana se ha celebrado el Día Mundial de la Alimentación y, en este contexto, pediatras y especialistas alertan una vez más sobre el preocupante incremento del número de niños cuyo peso se sitúa muy por encima del considerado saludable, así como de las graves consecuencias de esta enfermedad.

Desde la Unidad de Transtornos de la Alimentación del Hospital Provincial, las dietistas Ainhoa Casanova y Carolina Beltrán, junto a la técnica en dietética Lidia Aparici, señalan que "en Castellón la prevalencia de los problemas relacionados con el estado nutricional, principalmente por exceso de peso, es especialmente preocupante en el colectivo infantil, teniendo en cuenta su evolución en los últimos años, ya que el porcentaje de niños y niñas con obesidad o sobrepeso es cada vez mayor y se manifiesta a edades más tempranas, con una tendencia de aumento en el futuro".

Las especialistas puntualizan que, "por ejemplo, antes se veían casos de niños de nueve años con obesidad y un peso de entre 65 y 70 kilogramos y, ahora, ese peso ha aumentado hasta la horquilla de los 90 ó 100 kilos".

En cuanto al perfil medio del niño con sobrepeso u obesidad en Castellón, Casanova, Beltrán y Aparici explican, desde su experiencia profesional, que "las niñas suelen ser más altas para su edad y más desarrolladas, mientras que los niños tienen más tejido graso y habitualmente están menos desarrollados en el contexto de su edad, y, dependiendo de los años que tengan, en pediatría, se encuentran dentro del Percentil 90 de la curvas de crecimiento, realizan escasa o nula actividad física y llevan una alimentación desequilibrada y poco saludable".

A estas características se suman factores como el hecho de que no llevan un seguimiento médico de control de peso y, cuando acuden al pediatra, endocrino o dietista, han alcanzado un peso demasiado elevado. Ello dificulta el proceso necesario para reconducir la situación.

Desde el equipo del Hospital Provincial apuntan que "obesidad y sobrepeso están adquiriendo carácter de epidemia en los países desarrollados y no es ya un problema del futuro, sino que tenemos que concienciar a la población de que es actual".

Recuerdan que "es una enfermedad con consecuencias a medio y largo plazo, lo que puede repercutir en la salud a la edad adulta, sin olvidar que la mayoría de niños obesos también lo serán de adultos, y teniendo en cuenta que es una enfermedad que supone un riesgo muy grande y la mejor solución se encuentra en la prevención".