Los regantes de Castellón temen que el nuevo plan hidrológico de cuenca de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) conlleve una actualización del censo de la superficie agrícola de la provincia que "refleje las hectáreas reales, con el consiguiente recorte de los derechos de agua".

Así lo han reflejado a Mediterráneo el colectivo de afectados, para quienes "aunque económicamente supondría pagar una tasa menor, conllevaría un perjuicio notable. No nos interesa pagar menos porque necesitamos el agua y tendríamos menos para afrontar con un colchón de ahorro los periodos de escasez, pues aunque un año haya recursos hídricos no garantiza que luego no venga otro de sequía".

A LA ESPERA Aunque todavía no han recibido ninguna comunicación oficial por parte de la CHJ, los regantes sí han empezado a recibir sondeos por parte de técnicos sobre esta posibilidad.

"Equivaldría a cuantificar la superficie que necesita el riego de modo más exacto, eliminando el terreno de caminos, las zonas de cultivos abandonados o edificaciones como viejas fábricas o casas", apuntaron.

Actualmente, cada regante paga concretamente los m de agua que consume, mientras que cada comunidad de riego abona una tasa por la superficie global, que sería la que variaría.

"Sospechamos que pueda conllevar otros efectos, tales como conseguir un sobrante que se pueda destinar a otros usos, no solo el agrícola, sino también el urbanístico", especularon.

Los regantes castellonenses recordaron su contribución al ahorro hídrico con la aplicación de la modernización del regadío, "que ha llevado a alcanzar un ahorro de 600 euros por hanegada". En cualquier caso, el nuevo instrumento de gestión y planificación de la cuenca del Júcar se encuentra en fase de tramitación, pero no se aprobará ni entrará en vigor hasta el próximo 2009, según el calendario oficial previsto. El proceso iniciado en el año 2007 culminará el próximo ejercicio con la publicación y exposición al público del nuevo documento, que requiere el visto bueno para un total de cuatro diferentes líneas de actuación simultáneas: un plan hidrológico, el programa de medidas, la evaluación ambiental estratégica y la participación pública.