El Colegio Oficial de Médicos de Castellón expresó ayer su pleno respaldo a la implantación de Ciencias de la Salud en la UJI a partir del curso 2010-2011 ante la evidente escasez de facultativos por el aumento de la población en los últimos años, opinión que comparten sus homólogos en el de Enfermería y Odontología. El presidente del colectivo, José Antonio Herranz, añadió que a esta situación se suman "los síntomas evidentes de agotamiento de un sistema de salud público basado en el recambio de médicos".

Herranz aseguró que, dentro del amplio abanico de especialidades médicas, en la actualidad hay escasez de médicos de familia o pediatras, así como de anestesistas. "En la zona norte de la provincia hay mayores dificultades para fidelizar a los profesionales, creo que la medida del Consell de otorgar puntuación extra para trabajar en el hospital de Vinaròs es acertada", valoró.

PLAZAS INSUFICIENTES En la actualidad, Ciencias de la Salud oferta cada año 320 plazas en la Universitat de València; otras 130 plazas en la Miguel Hernández de Elche; y 60 más en la Universidad Católica de Valencia, esta última de carácter privado. Según los cálculos oficiales que maneja el propio Consell, es necesario aumentar en 700 las matriculaciones anuales en las facultades de Medicina de la Comunitat Valenciana para cubrir la demanda de profesionales.

CAUTELA EN LAS CIFRAS Al respecto, José Antonio Herranz prefirió mantener la cautela y no aventurarse a dar cifras. "Creo que el gran aumento de población de los últimos años ha sorprendido, es evidente que una universidad de Ciencias de la Salud sería muy positivo para Castellón y también para la profesión, la facultad de Medicina ayudará a tener más profesionales y para la población será muy beneficioso", remarcó Herranz.

Asimismo, el máximo portavoz del Colegio Oficial también apuesta por "liberalizar la profesión, que el médico no sea un mero funcionario sino que pueda combinar mejor la acción pública con el ámbito privado".

El máximo dirigente del Colegio Oficial de Médicos achacó al mal sistema de contratación y a la falta de desarrollo profesional que España --y en particular la Comunitat-- sufra falta de personal sanitario aun con ratios similares a otros países de la UE.