El pleno del Consell aprobó ayer las medidas orientadas a limitar la polinización cruzada entre las plantaciones de cítricos, también conocida como pinyolà, y que establecen que las colmenas deberán situarse a un mínimo de cuatro kilómetros de estos cultivos.

Las medidas establecen que esas limitaciones también serán de aplicación en la época de floración de los cítricos, que se fija entre el 1 de abril y el 31 de mayo. Esta distancia se podrá reducir a un kilómetro en las áreas agrícolas siempre que se cuente con el previo consentimiento de los propietarios de las fincas de cítricos y el número de colmenas no exceda de 650.

En algunos términos del Baix Maestrat, la Plana Alta y la Baixa, la ubicación podrá ser de 500 metros en las variedades de híbridos de mandarinos susceptibles de polinización cruzada y de 400 en otros asentamientos.