Vidres recibió el Alfa de Oro de la Sociedad Española de Cerámica y Vidrio en el 2008 por el diseño y desarrollo de decoraciones cerámicas basadas en la desvitrificación controlada de wolframatos de gran tamaño de partícula, estables y consistentes. Los wolframatos obtenidos por la firma vila-realense a través de esta fórmula aportan a la superficie decorada un atractivo aspecto acicular. Este mecanismo de decoración permite dar una estética innovadora a la cerámica y está especialmente pensado para la creación de piezas exclusivas. Es un símbolo de la apuesta por la innovación que ha convertido a Vidres en empresa nominada en la duodécima edición de los premios Empresa del Año del periódico Mediterráneo.

Fundada en 1975, la compañía tiene un compromiso permanente con la calidad en sus productos y en el servicio al cliente, que le ha llevado a certificar sus procesos con la ISO 9001:2000. Además, su apuesta por la internacionalización hace que cuente con un centro de producción en Brasil. Pero su verdadero rasgo distintivo es su intensa actividad en investigación y desarrollo, con varios proyectos en marcha en la actualidad, que van desde la obtención de nuevos recubrimientos cerámicos a través de nuevas técnicas hasta la obtención de efectos especiales de percepción de las baldosas cerámicas, pasando por la concepción de baldosas dotadas de especiales cualidades de confort y calidez. El aporte de valor añadido a las empresas azulejeras es uno de los motores de la producción de Vidres.

DIFERENCIACIÓN El departamento de I+D tiene un peso fundamental en Vidres. El área de I+D abre mercados a través del desarrollo de nuevos productos. La configuración de esmaltes diferentes, siempre en vanguardia, a la busca de la diferenciación, el ingrediente más demandado por las empresas azulejeras, es una clave en la tarea cotidiana del departamento.

En consecuencia, la búsqueda continua de materiales innovadores, capaces de crear tendencia en el sector da como resultado un producto como el que obtuvo el Alfa de Oro. Los cristales aciculares permiten infinitas posibilidades en el modelaje, gracias a las diferentes coloraciones y a la obtención de los cristales en toda la pieza o sólo en los puntos deseados. Homogeneidad, estabilidad y constancia son sus características técnicas, claves en el resultado final. Además, su adaptación a las técnicas de decoración existentes y a los ciclos de cocción habituales en la industria, facilitan su implantación a nivel productivo, según destacan desde Vidres.

En la empresa vila-realense ofrecen un servicio integral, únicamente posible con la infraestructura necesaria para la aportación de valor añadido, porque en su centro tecnológico es posible reproducir la práctica totalidad de los procesos industriales del sector cerámico. Con el objetivo de ofrecer el mejor servicio, Vidres apuesta por la última tecnología en automatización y dispone de plantas de preparación automática de fritas, esmaltes y serigrafías que aportan la máxima fiabilidad y flexibilidad.