La historia se repite. La bronca política y el agrio debate protagonizaron, por enésima vez, el pleno mensual de la Diputación. De hecho, la sesión de ayer acabó con la presencia únicamente de los 16 diputados del Partido Popular y, por primera vez en la historia, con las bancadas de la oposición totalmente vacías.

Los socialistas abandonaron la sesión, por partes, cuando el diputado del PP Miguel Ángel Mulet comenzó a disertar sobre la razón por la cual la Diputación había editado el libro España, un sueño imposible, que ha recibido fuertes críticas de la oposición por las teorías que, según ellos, expone del régimen franquista.

Minutos antes, el presidente provincial, Carlos Fabra, había retirado en dos ocasiones la palabra al portavoz del PSPV-PSOE, Francesc Colomer, al opinar que el benicense se estaba excediendo en su intervención. Por esta razón, la oposición consideró que los 10 minutos que duró la respuesta de Mulet sobrepasaban el tiempo establecido, y así se lo hizo saber a la Mesa Vicent Gil, quien protagonizó, junto con Fabra, un encontronazo que acabó con el socialista abandonando la sesión. Momentos después, y por la misma razón, lo hicieron los municipalistas del PSPV-PSOE; y en una tercera interrupción, y obligados por la situación, dejaron la sala los que quedaban: Carmina Martinavarro, Ana Belén Edo, Francisco Valverde y Colomer, además de la nacionalista Maria Gr cia Molés, que tras pedir la palabra en varias ocasiones sin recibir respuesta decidió ausentarse.

MASIVA ASISTENCIA El público, que pese al cambio de hora (la sesión comenzó a las 12.00 horas) llenó el salón, interrumpió el debate con aplausos que se intercalaban según quien tuviera la palabra, y elevaron la tensión hasta el punto de que Carlos Fabra tuvo que pedir en varias ocasiones que guardaran silencio.

Justo antes de levantar la sesión, el presidente de la institución valoró la decisión de la oposición de abandonar diciendo que "es una actitud lamentable, porque al dejar el pleno nos están faltando al respeto". Además, añadió que este gesto es "una muestra de su gran intolerancia. Por lo que veo, no aceptan críticas en las respuestas que les da" el equipo de gobierno.

TONO ELEVADO La discusión entre Fabra y Colomer comenzó algo antes. En el apartado de ruegos y preguntas, el portavoz socialista señaló a dos de los vicepresidentes, Francisco Martínez y Vicent Aparici. Respecto al primero, quiso saber si había "aristocracia dentro del conjunto de pueblos de la provincia" al considerar que la Diputación prima al consistorio de Vall d´Alba, del que es alcalde el popular. En ese momento, el presidente le advirtió: "No voy a consentir otro numerito como los que usted hace últimamente en todos los plenos; de ninguna manera".

Seguidamente, y cuando el benicense pidió que Aparici rectificara sus palabras de hace un mes al apuntar que el alcalde socialista de Tales "coloca a toda su familia en la administración", el tono de la disputa se elevó hasta el punto de que le quitó a Colomer el uso de la palabra en dos ocasiones, la última ya de manera definitiva y hasta la conclusión del pleno, tras advertirle, al menos en cinco ocasiones, que fuera "breve y conciso".

Fabra concluyó diciendo al socialista que "usted no representa a nadie, como mucho a su grupo y a usted mismo; solo eso".