El enorme respeto de la sociedad castellonense y valenciana por el empresario citrícola Enrique Martinavarro Dealbert quedó patente en el funeral oficiado en la parroquia de la Trinidad de la capital. Durante ayer, tras su fallecimiento el martes a los 75 años, recibió un cálido homenaje con el aforo completo.

En el funeral pudo verse a la consellera de Agricultura, Maritina Hernández; el alcalde de Castellón, Alberto Fabra; el presidente de la CEC, José Roca; el secretario de Cierval, Rafael Montero; el presidente del Villarreal CF, Fernando Roig; el presidente de la Fundación Bancaja, Antonio Tirado, así como Julio de Miguel y Salvador Lluch; el síndic de Comptes, Rafael Vicente Queralt; el exvicepresidente del Consell Víctor Campos; Federico Michavila, de Torrecid; el exalcalde de Almassora Vicente Vilar; el secretario general de la Unió, Josep Botella; el presidente de Fepac, Néstor Pasqual; el presidente de la Cámara de Valencia, Arturo Virosque; y el de la patronal constructora Fevec, Juan Eloy Durá; el exgobernador civil Joaquín Azagra; el exdirector general de Trabajo Eduard Montesinos; o Sebastián Pla, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Castellón, entre otros.

El alcalde de Almassora --su ciudad natal--, Vicente Casanova, destacó del fallecido "su iniciativa y esfuerzo, que le llevó a convertir una empresa familiar en una firma en expansión, que ha dado y da empleo a miles de personas". Desde Bancaja quisieron valorar "su generosa colaboración y su decidido apoyo, facetas a las que aportaba su prestigio y experiencia. Es una gran pérdida, habida cuenta su valía profesional y humana". Por su parte, el presidente del Club Rotario, Tomás Molins, destacó "su don de gentes y su bondad. Era de los socios más queridos".