"Una familia no puede vivir con 420 euros al mes. El alquiler de una vivienda ya está sobre esos precios". Así lo aclaró la directora de Cáritas Interparroquial de Castellón, Merche Sádaba, quien explicó su experiencia al frente de una entidad con contacto continuo con familias con pocos recursos económicos, entre ellas muchas derivadas de la situación creciente de desempleo.

"Tenemos casos de personas a las que están a punto de desahuciar, y que ayudamos con unos 400 euros a pagar el arrendamiento, para que no pierdan su hogar. Valoramos cada caso", apuntó.

De este modo, apuntó que "hay parejas que deben pagar hasta 700 euros mensuales de hipoteca y, al quedar ambos en paro, no pueden afrontarlo".

E incluso dejando a un lado el gasto inmobiliario, Sádaba repasó el presupuesto ajustado de una economía familiar y ratificó la dificultad. "Con esa cuantía no es posible afrontar la factura de luz, agua, gas si se da el caso, alimentación, gastos escolares, medicamentos y el textil básico", indicó. "Para las alrededor de 500 familias que atendemos de Castellón capital tenemos para ayudarles 6.000 euros al mes y estamos desbordados", dijo al respecto.

Por parte del Ministerio de Trabajo, en la guía editada acerca de la medida especial y de urgencia por la situación de los parados, argumentaron por qué se ha optado por esta cantidad, y es por ser "igual al 80% del Indicador Público de Renta de efectos múltiples (IPREM) mensual vigente".