Los ayuntamientos de Castellón y de Vila-real ya disponen de sendas ordenanzas que regulan la convivencia ciudadana. En el caso de Vila-real fue aprobada a principios de la legislatura, como señaló el alcalde en funciones de la localidad, Javier Nácher. Este destacó que el balance es bastante positivo y que la ordenanza regula aspectos como el uso indebido de mobiliario urbano o conductas que alteran la convivencia y que se están abriendo bastantes diligencias. A pesar de ello, matizó que en muchos casos son menores los autores de los hechos, por lo que se tiene que sancionar a sus tutores.