Las obras de desdoblamiento del tramo de la CV-18 entre Almassora y Burriana superan el ecuador y su finalización está programada para el primer trimestre del próximo año 2010. Fuentes de las empresas encargadas de los trabajos --Ferrovial y Agroman-- explicaron ayer que la parte más costosa --la instalación de todas las canalizaciones subterráneas-- está "encauzada" y resta como elemento llamativo la construcción del nuevo puente sobre el río Millars que discurrirá en paralelo al actual.

Los operarios encargados de las obras han asfaltado ya el doble carril en sentido a Castellón y en las próximas semanas iniciarán el pavimentado en dirección a Nules. Aún resta por trazar la nueva rotonda que enlazará con el Golf Sant Gregori de Burriana y terminar de perfilar la medianera ajardinada, el vial de servicio para uso agrícola y el carril bici que bordeará el trazado de 6,9 kilómetros.

En el año y medio transcurrido desde que se puso la primera piedra en febrero del 2008 no se han registrado grandes problemas de circulación. La intensidad de las obras sí ha recuperado un ritmo vigoroso, después de algunos meses de ralentización. Como ya informó Mediterráneo, las empresas adjudicatarias paralizaron los trabajos el pasado mes de junio durante tres semanas ante la falta de un calendario fiable de pago por parte de la Conselleria de Infraestructuras por la falta de liquidez. De hecho, una inesperada modificación del proyecto de construcción del puente por motivos técnicos encarecerá el coste de las obras, inicialmente adjudicadas en 15.103.305 euros.

Según las últimas estimaciones del Consell, más de 20.000 vehículos escogen este eje litoral para desplazarse a Castellón. De esa cifra, el 20% son camiones con origen en Valencia y destino en algunas de las grandes plantas industriales del Serrallo o del puerto. Cuando concluyan las obras, la CV-18 se consolidará como vial alternativo a la peligrosa N-340 en la Plana.