El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, se alineó ayer con los alcaldes de la Plana Baixa que reivindican al Ministerio de Fomento que el AVE cruce la comarca en trinchera y no en terraplén por su agresivo impacto visual, que en algunos puntos generaría una barrera de 11 metros de altura.

"Me parecen absolutamente razonables las quejas, me he reunido con los alcaldes afectados de Burriana, La Llosa y Xilxes y están en la misma dirección", señaló Fabra para reflexionar sobre la intrascendencia de que una eventual modificación del proyecto retrase la infraestructura varios meses "cuando tantos años nos han engañado". El presidente se mostró partidario de articular soluciones técnicas que "solucionen todas las barreras que condicionen la calidad de vida de los municipios". "Es mejor esperar tres meses para modificar el trazado y que este sea adecuado a las exigencias de la alta velocidad", añadió Fabra.

Hasta la fecha han presentado alegaciones al trazado Almenara, La Llosa, Xilxes, Moncofa, Nules, Burriana, Les Alqueries y Vila-real. No cuestionan el recorrido, sino su impacto paisajístico. Adif --organismo encargado de las obras dependiente del Ministerio-- mantiene su negativa porque entienden que tocar ahora el proyecto impedirá el compromiso de empezar las obras en el primer semestre del 2010. Adif alega que el AVE en terraplén o plataforma elevada es la única forma de optimizar la velocidad del tren a 350 km/h.