El padre de Vicenta fue en su tiempo persona muy vinculada a la expansión urbanística de Castellón. Esquina a la calle Aragón, en Paseo Ribalta número 8, tuvo una importante fábrica de mosaico hidráulico. Al ser su producto muy artístico, compitió con éxito con sus colegas Alcarria, Ferrandis y Paúls, también fabricantes del mismo producto, aunque éstos se apoyaron más en el terrazo y las bovedillas. Tuvo un gran renombre como empresario de la construcción, al recibir encargos del muy famoso arquitecto Vicente Traver Tomás y asociarse en algunas obras con Vicente Mora y el artista y profesor de Bellas Artes Soriano. Fue responsable de la villa Bau en Benicàssim, al convertirse en Villa Elisa, también del Banco Central, la Uteco, unas fábricas en el Grao y otras importantes obras de la provincia.