La directora de la cárcel de Castellón, Olga Ballesteros, explicó ayer que las obras de refuerzo de la seguridad del centro penitenciario, en el caso de los barrotes, "están al 80%" y que "nuestra idea es terminar al 100% incluso en las zonas que no son tan susceptibles de poder tener tanto riesgo como otras". Las obras se iniciaron de urgencia a raíz de la fuga de dos presos en verano.

Ballesteros visitó, junto al subdelegado, Antonio Lorenzo, el recién acabado módulo de respeto de la cárcel y el belén hecho con materiales reciclables. "Nuestra idea es terminar de reforzarlo todo, junto con la seguridad perimetral del centro, cuyo proyecto está tambien finalizado".

Con ello, indicó que se logrará "una seguridad más ajustada a la realidad actual, 25 años después de que se construyera". Una reforma que se añade a las que se han realizado en el área de tratamiento. "Seguridad y tratamiento son los pilares de esta institución", según señaló.

Por otro lado, refirió que los internos pueden realizar cursos de solador alicatador y de pintura de edificios para lograr mayor posibilidad de reinserción laboral y acceder a formación reglada a través del centro de adultos o a titulaciones de la UNED.