La bronca política volvió a la Diputación en su versión más agria para presidir el último pleno ordinario del año. El pulso que mantienen el presidente de la institución, Carlos Fabra, y el portavoz socialista, Francesc Colomer, y que había remitido en los últimos meses, tensó de nuevo una sesión en la que hubo pocos acuerdos políticos.

Fabra criticó la "impertinencia" del diputado del PSPV-PSOE tras preguntarle este sobre "esos ingresos millonarios que por la cara recibía de parte de una mano generosa". Al respecto, el popular le espetó: "No voy a contestarle a nada que tenga que ver con asuntos personales míos", y además, le advirtió de que le presentará una querella criminal, "si es posible la acción penal", por las otras muchas dudas formuladas por el socialista respecto a las causas judiciales abiertas contra el líder del PP provincial.

La reciente aprobación del código ético del Partido Popular sirvió de argumento para que Colomer lanzara una batería de preguntas sobre la compatibilidad de este documento "con el fraude fiscal, la no diferenciación entre lo público y lo privado, la aceptación de regalos o las colocaciones a dedo en instituciones públicas que practica Fabra. Estamos ante una oportunidad única para que usted asuma ya sus responsabilidades".

"NO ME MARCHO" Si contundente fue el socialista en sus interpelaciones, no menos duro fue el popular cuando contestó: "En el espejo del código ético del PP me veo estupendamente, y voy a aguantar en el cargo. No se haga la más mínima ilusión porque no me voy a marchar". Además, el líder popular añadió que "usted lo que debería hacer es seguir preguntando, porque es lo único que sabe hacer cuando llega a la Diputación. Todavía no he visto que haya formulado ninguna propuesta de futuro".

Fabra fue más allá y le recordó a Colomer que "solamente es portavoz de un grupo político que, por cierto, está bastante dividido, y en su ejecutiva cuenta con un grupo de palmeros que ignoran la realidad de la cosas".

Con respecto a las preguntas sobre las causas judiciales pendientes de Fabra, este anunció que "en el pleno de enero le contestaré, pero demuestren que son demócratas y dejen trabajar a los jueces. Debería respetar más la presunción de inocencia". Como ya ha hecho en diferentes ocasiones, el popular concluyó su discurso insistiendo en que "el padre de la corrupción es el PSOE, el único partido junto a HB que ha sido condenado por este motivo. Lo que ocurre es que a ustedes les duele que todavía no haya en mi haber una derrota electoral como las que sí que acumulan en su partido".

SIN ACUERDOS El desencuentro ya se había instalado anteriormente en el salón de plenos durante el debate de las mociones presentadas por la oposición. Populares y socialistas se enfrentaron por las transferencias económicas que llegan a Castellón desde el Estado y desde la Generalitat, y ambos se acusaron mutuamente de discriminar a la provincia. Colomer volvió a defender el Plan E mientras que el vicepresidente Rubén Ibáñez le acusó de demagogo "porque es incapaz de pedirle nada al Estado. Su ira dialéctica se centra solo en el Consell y, respecto a la financiación, olvida que el interlocutor más válido es el Gobierno central". También Fabra, tras el pleno, quiso valorar este asunto "porque lo que ha hecho el PSPV-PSOE es presentar una moción, que es una copia de un acuerdo de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, aunque Colomer le ha eliminado la parte en la que se pide cuentas al Estado. Es un golfo político, así como suena".