La inacción del Gobierno y la Generalitat en cuanto al protocolo de carreteras 2005-2010 en la provincia es tan grande que, cuando el plazo para ejecutarlo cumple este año, ambas Administraciones suman 529,93 millones de euros sin invertir, según los presupuestos que el mismo protocolo incluye. Además, solo dos de las 20 obras están acabadas, como avanzó ayer este diario. Aunque la cifra ya es suficientemente escandalosa por sí misma, el porcentaje sobre la inversión total prevista no lo es menos: supone el 73,3% de los millones que el protocolo preveía en Castellón --722,93--.

El mayor montante de aquello que resta por materializar en obras corresponde al Gobierno central, que concentra 447,96 millones sin llevar a la práctica. De esta manera, el grueso de la dotación corresponde a los 256,83 millones de la prolongación de la autovía del interior de Vilanova d´Alcolea a la Jana. A ellos hay que sumar los 137,99 en que se presupuestó la duplicación de la N-340 entre Castellón y Orpesa, los 42,10 que se previeron para mejorar la N-232 del barranco de la Bota a Morella y los 11 programados para la mejora de la N-238 de Vinaròs a Ulldecona.

De esta manera, solo tres actuaciones escapan a estas obras sin iniciar. La ejecución de la N-340 entre Peñíscola y Vinaròs se calculó en 67,33 millones, la mejora de la seguridad vial de la N-340 de Almenara a Nules en 9,8 millones y el de la N-232 en la variante de la Pobleta de Morella en 10,16 millones. En total, 87,29 millones que se han llevado a la práctica. Muy lejos de los 447,96.

Por parte de la Generalitat, faltan por concretar en obras un número de carreteras similar, lo que sucede es que ha llevado a cabo las más costosas, al contrario que el Ejecutivo central. Al Consell le restan por materializar sobre el terreno 81,97 millones, los que corresponden al nuevo eje Onda Vila-real (31 millones); a la mejora de la CV-12 de Ares a Morella (12 millones), a la duplicación de la CV-17 de acceso a Castellón (10 millones); a la mejora de la CV-222 Betxí-Alqueries (10 millones); a la ronda suroeste (7,89 millones) y a la mejora de la CV-141 de acceso a Peñíscola (7,12 millones).

Una larga lista que no concentra la mayor parte de su inversión, dado que ya lleva a cabo obras por valor de 105,71 millones. La más costosa es la conversión en autovía de la CV-10 de la Pobla Tornesa a Vilanova (48,45 millones), pero también se incluyen la CV-13 (por 41,99 millones) y la CV-18 de Burriana a Almassora (15,27 millones). H