El escollo de una cláusula de rescisión de 120.000 euros --20 millones de las antiguas pesetas-- es la gran dificultad con la que se ha topado el Club Deportivo Castellón a la hora de conseguir al sustituto de Asier Garitano en el banquillo albinegro. Paco López, el exjugador del club de la Plana y máximo candidato de la dirección deportiva, asume que lo tiene “complicado” para llevar las riendas del Castellón en Segunda División B, después de reconocer que su representante recibió la llamada de Dani Barroso para interesarse por la situación contractual del técnico del Alcoyano. La pena es que esa llamada se produjo pocos días después de que el entrenador estampara su firma, el pasado 2 de junio, con el equipo alicantino para prorrogar su actual contrato una temporada más.

De todas formas, la cláusula de Paco López no es un obstáculo insalvable para que el Castellón consiga el objetivo. Todo depende de su disponibilidad económica. Ayer, el presidente del Alcoyano, Juan Serrano, dejaba la puerta abierta, aunque, eso sí, siempre que la entidad albinegra estuviera dispuesta a pasar por caja. “Si vienen con dinero, todo se puede negociar”, decía el máximo mandatario del club alicantino, que mantiene buenas relaciones con la entidad albinegra tras el préstamo esta última temporada del delantero Pau Franch, una fórmula que podría repetirse ahora para rebajar sustancialmente la carta de libertad de Paco López.

Pese a todo, el Castellón, consciente de las dificultades, trabaja con dos o tres nombres más que responden al perfil de un técnico joven y con ambición que busca el club de Castalia.