La ausencia de sardina en los tres puertos de la provincia que tienen barcos dedicados expresamente a esta pesca (Castellón, Vinaròs y Burriana) repercute directamente en los hogares de la provincia. La prueba más palpable se encuentra en el Mercado Central, referencia a la hora de comprar pescado en Castellón. De las “ocho o diez paradas que venden sardinas habitualmente”, ahora ofrecen este pescado “una o dos”, según afirma Francisco Martín, de la pescadería La lonja.

Estos dos puestos de venta se ven obligados a comprar este producto en Mercavalencia, a donde llegan las sardinas de los puertos alicantinos, fundamentalmente Xàbia y Altea, donde se están produciendo buenas capturas. Esto tiene una repercusión inmediata en el precio, pero también en la confianza de la clientela. Como afirma Francisco Martín: “La gente pregunta de dónde son. Aquí están acostumbrados al pescado fresco, recién capturado, y lo conocen. Además, es un mercado acostumbrado siempre a comer sardina”. H