Las altas temperaturas que soporta la provincia desde hace ya varias semanas no solo afectan a los seres vivos. La combinación de calor, mar y humedad también está debilitando la calidad de las emisiones radioeléctricas y provoca lo que los técnicos denominan efecto espejo, que en la práctica impide ver bien la televisión. El fenómeno se ha agudizado en los últimos quince días y ataca con una mayor virulencia a la televisión digital terrestre (TDT).

Castellón es una de las zonas españolas más perjudicadas y las interferencias afectan por igual a todos los canales, sean públicos o privados. Por eso, en los establecimientos especializados en la venta y reparación de antenas de televisión han recibido en los últimos días una gran cantidad de llamadas de personas que ven la TDT pixelada. “El problema no tiene solución, ya que lo que ocurre es que el sol está demasiado cerca de la tierra. El calor y el reflejo del agua del mar debilitan la señal y la imagen se enturbia”, explica un especialista de la empresa Syscom, en la capital.

En todos los establecimientos consultados coinciden que la TDT se ve mal en muchos hogares de Castellón, el Grao, Benicàssim, Orpesa, Burriana o Borriol. De hecho, la Secretaria de Estado de Telecomunicaciones, dependiente del Ministerio de Industria, revela que el centro del Bartolo es uno de los más afectados. “La solución llegará en septiembre u octubre, cuando no hace tanto calor”, dice otro especialista.

Pero aunque el calor influye, y mucho, todavía hay decenas de hogares de la provincia que no ven bien la TDT. Y el problema ahí radica en que muchas de las instalaciones están obsoletas. “En muchos edificios donde vive gente mayor la antena tiene más de veinte años y eso explica los fallos”, argumenta Alberto Pérez, técnico de la empresa Componentes Electrónicos Castalia. Perez aconseja que se revisen las instalaciones de los edificios más antiguos y se cambien las antenas. Una antena nueva apenas cuesta unos 55 euros. H