La propuesta de trasladar las basuras del norte de la provincia a Tarragona que realizó el pasado miércoles el presidente de Reciplasa, Javier Moliner, fue muy bien acogida ayer por los alcaldes de los municipios afectados.

Todos ellos coincidieron en valorar el ahorro económico del 25% en el traslado de los residuos a la planta de Constantí, situada a un centenar de kilómetros de Benicarló, en lugar de los municipios del sur de Alicante --distantes en unos 300 kilómetros-- que las recibirán hasta el próximo mes de enero como tope.

Moliner lanzó esta alternativa ya negociada con la empresa catalana Griñó Ecològic como solución al bloqueo en la gestión y transporte de los residuos de los 49 municipios pertenecientes al consorcio zonal 1 debido al retraso en las obras de la planta de tratamiento de Cervera, que no estará lista hasta dentro de un año. La planta de Constantí podría albergar desde este mes de agosto los desechos domésticos del norte sin la necesidad de un vertedero ya que serían incinerados.

Todos los alcaldes consultados por Mediterráneo coincidieron con algunos matices en juzgar muy positiva la idea del máximo responsable de Reciplasa. El primer edil de Benicarló, Marcelino Domingo, admitió que la planta de Constantí es una opción que ya contemplaba el consistorio para llevar sus basuras si se mantenía la falta de criterio único entre los 49 municipios. “Nosotros haremos lo que diga el consorcio, aunque si sigue el silencio tomaremos una decisión porque el decreto de clausura del vertedero culminará cuando tengamos claro el destino”, señaló.

Al respecto el concejal de Medio Ambiente de Benicarló, Antonio Cuenca, confirmó que la empresa pública Vaersa ha trasladado su compromiso de construir en la localidad la planta provisional de transferencias que canalizará “los residuos sólidos urbanos de Vinaròs, Peñíscola y Benicarló y que se transferirá al lugar que Vaersa considere oportuno”, ya que “por nuestra parte abonaremos el mínimo precio posible por la eliminación de los residuos”, explicó Cuenca, según informa María José Sánchez.

El alcalde de Peñíscola, Andrés Martínez, juzgó “muy interesante” la idea de Moliner aunque prefirió esperar a que el asunto se aborde en el seno del consorcio. Sí consideró desafortunadas las críticas del líder provincial del PSPV, Francesc Colomer, sobre los incumplimientos del plan de residuos “porque tocaba buscar soluciones, como Moliner”.

PROPUESTA MÁS BARATA // El munícipe de Vinaròs, Jordi Romeu, respaldó el traslado de basuras a Tarragona “al ser una propuesta más barata que la actual” y pidió una reunión urgente del consorcio para decidir la mejor opción.

Su homólogo de Morella, Joaquim Puig, admitió que la idea de Moliner es “buena” pero reclamó una reunión del consorcio “para discutir todas las opciones” en lugar de asistir “a que cada día uno lance una idea porque no sé muy bien qué pinta Moliner en esta historia”, señaló. Puig recalcó que los principales culpables de la incertidumbre en el traslado de las basuras son el Consell y el vicepresidente de la Diputación Provincial Vicent Aparici.

La propuesta de Moliner también cayó bien en los pequeños municipios del interior. El alcalde de Canet lo Roig, Eleuterio Gimeno, se mostró dispuesto a llevar la basura a Tarragona “siempre que nos cueste más económico y se mantenga la calidad del servicio porque el retraso de la planta de Cervera no tiene nombre”, una opinión que secundó el de Albocàsser, Antonio Querol.

El alcalde de Cinctorres, Antonio Ripollés, vio la idea de Moliner “estupenda” si en Tarragona reciben los residuos “sin la crispación de Alicante” mientras su homólogo de Càlig, José Anglés (PP), aplaudió el ahorro de costes.

Por último el presidente del consorcio, el concejal de Albocàsser Joaquín Puig, afirmó que la alternativa del norte de Tarragona le parece “bastante buena”. H