Las tascas situadas en el entorno urbano de la plaza Santa Clara podrán permanecer abiertas más allá de la medianoche siempre que los locales funcionen con puertas y ventanas cerradas y un responsable del negocio controle que los clientes que entren y salgan no provoquen molestias al vecindario. El pleno del Ayuntamiento de Castellón aprobó ayer, con los votos del PP y la abstención del PSPV y Bloc, el articulado definitivo de la zona acústicamente saturada (ZAS) para las tascas que será remitido a la Generalitat para su ratificación.

El equipo de gobierno ha aceptado varias alegaciones que flexibilizan la ZAS respecto al texto inicial que fue aprobado en el pleno del pasado 29 de abril: además de permitir con restricciones la apertura hasta una hora y media más, los empresarios también podrán realizar reformas en sus locales siempre que no creen más focos de ruido --el texto inicial suspendía tajantemente la concesión de licencias--; otra alegación aceptada obligará a la Policía Local a estar presente de jueves a sábado entre las 22.00 y las 00.00 horas en los dos primeros meses de aplicación de la norma. La última novedad de la ZAS incluye la mención de que el montaje y retirada de mesas y sillas de Santa Clara se haga sin ruido entre las 22.00 y las 8.00 horas.

El consistorio rechaza las alegaciones que pedían más puntos de medición de ruidos, que los toldos fonoabsorbentes se instalaran también en las viviendas y se colocara en la calle un monitor permanente para medir ruidos.

El concejal socialista Juli Domingo culpó de la ZAS solo al “fracaso estrepitoso en la gestión del PP” y vaticinó la defunción de las tascas por la “alta conflictividad” de la nueva normativa.

El portavoz del Bloc, Enric Nomdedéu, aplaudió los cambios introducidos en el texto original de la ZAS y coincidió con el PSPV-PSOE en achacar esta medida forzada a la “mala gestión del PP”.

El titular de Sostenibilidad, Gonzalo Romero, recordó que la ZAS llega a raíz de una sentencia judicial que obliga al consistorio a cumplir la regulación europea, estatal y autonómica en materia de ruidos, insistió en que las tascas “seguirán siendo una referencia señera y un espacio de vitalidad” y acusó a los socialistas de oponerse a la ZAS y “calcar” las alegaciones de Castelló Sense Soroll a la ordenanza municipal de protección contra la contaminación acústica, que también vio la luz ayer en el pleno.

Por otro lado, el concejal de Cultura, Miguel Ángel Mulet, compareció a petición del Bloc para explicar los ejes de su gestión. Mulet negó las acusaciones de Nomdedéu sobre el “provincianismo” en la publicación de libros o en el Hàbitat Artístic y defendió proyectos como la instalación de 20 esculturas urbanas. El portavoz del Bloc propuso que Castellón opte a la capitalidad europea de la cultura en 2016.

En el pleno, el PSPV retiró su moción para no aplicar la revisión del IPC a los impuestos y tasas de este año y el PP rechazó asumir la gratuidad de las tres nuevas escuelas infantiles. Carmen Amorós (PP) pidió que el Gobierno sufrague el servicio. H