Valencia Lerma realizó una operación de maquillaje en su gobierno con una crisis controlada que se cobró una gran víctima política en la persona de Felipe Guardiola. También sustituyó al conseller de Obras Públicas, Vicente Llombart, y al conseller de Trabajo, Miquel Miñana. Las obras públicas fueron asumidas por otro peso pesado, Rafael Blasco, que años después también caería en desgracia. Trabajo fue para Miquel Doménech, mientras que Sanidad la asumió el exrector, Joaquín Colomer. El profesor Vicent Soler asumió la cartera de Gobernación.