Las ayudas a la compra de viviendas que el Ministerio y la Conselleria han recortado cara al año 2011 --la Generalitat Valenciana ha prometido ahora estudiar el caso y mantener su tramo de subvenciones--, resultan rentables para las arcas públicas. Así lo defienden el comité directivo de la Asociación Provincial de Empresas de la Construcción de Castellón (APECC), cuyo presidente, Fermín Renau, resalta que “por cada 10.000 euros que se subvencionan para la adquisición de un inmueble, la Administración deja de recaudar otros 50.000 euros que se generan a través de impuestos y tasas”, en cifras redondas, vinculadas a las operaciones inmobiliarias por parte de un particular.

En este sentido, el secretario de la organización provincial, Fernando Calpe, destaca que “al Gobierno le salen rentables las ayudas”, y equipara esta situación con la que se ha dado a lo largo del último año en el sector de la automoción, que durante su vigencia ha dinamizado las ventas y ha generado beneficios en las cuentas públicas, si bien ahora las operaciones están cayendo --hasta un 50% en Castellón-- con la finalización de las mismas por parte del Ministerio de Industria.

Hay que recordar que, en los últimos días, los empresarios han denunciado “los efectos negativos” que tendrá la retirada de las deducciones fiscales por la adquisición de la primera vivienda a partir del 2011, así como la extinción de la ayuda estatal directa a la entrada de viviendas protegidas, así como las subvenciones a los promotores de viviendas en alquiler o para la adquisición y urbanización de suelo para VPO, entre otros aspectos. Tal es la situación de dificultad que atraviesa el sector que los empresarios alertan que las medidas solo generarán “más desempleo”, justo lo que no se necesita. H