No se puede prohibir el arte fruto de la inspiración taurina”. Esta frase del manifiesto a favor de la tauromaquia se demostró en la plaza a cargo de los diestros del festival del Dia del Bou.

Vicente Barrera le cortó las dos orejas a un novillo de la ganadería de Enrique Ponce que nunca humilló y al que le faltó clase. Pero el valenciano estuvo muy dispuesto y entregado a su faena.

Otras dos orejas cortó Francisco José Palazón de un toro del hierro Fuente Ymbro encastado y nada fácil. El alicantino le buscó las vueltas con valor y acabó metiéndolo en el canasto, sacando muletazos de buena factura y cruzándose en la corta distancia.

Por su parte, Abel Valls desorejó al novillo de Fernando Peña, un astado rebrincón y sin fondo, pero con el que el castellonense estuvo muy dispuesto. Lo mejor llegó al natural, largo y profundo. Lo mató de una buena estocada. Antes, torearon tres alumnos de las escuelas taurinas de las tres provincias. Alberto Gila cortó una oreja, Jonathan Varea apenas pudo hacer nada y Cristian Climent toreó con gusto. H