El pintor de Vila-real Josep Gumbau, uno de los artistas más destacados en el panorama cultural valenciano del siglo XX, se ausentó por unos días de su ciudad natal para trasladarse a Marsella, donde mantenía una residencia después de los muchos años de exilio que tuvo que sufrir en los años de la dictadura franquista. En aquellos días, Gumbau trabajó ya en el mural de la Última Cena que iba a adornar uno de los muros de la nueva parroquia de Santa Isabel, una vez se desafectó el antiguo teatro municipal que ocupaba la parroquia desde los años 60. Este espacio recuperó su función cultural.