Manuel Monerris Barberá abandonó en 1970 Castellón para ocupar su plaza de profesor de Matemáticas y Educación Física en Ferreries, Menorca. Marchó con la intención de volver a la capital de la Plana en cuanto pudiera, pero 41 años después sigue en las islas y, desde el sábado 11, ocupando el despacho de la alcaldía.

Este castellonense “de corazón” y albinegro hasta la médula --jugó en las categorías inferiores del Castellón y reconoce que está sufriendo lo indecible-- acaba de ser elegido primer edil (Partido Popular) de este municipio de 5.000 habitantes que dobla población en verano. “La política siempre ha sido mi debilidad. Desde joven me ha interesado y, a través de los diputados y senadores del PP castellonenses y los de Baleares, estoy al día de la política de mi provincia. Además, una de las primeras lecturas que hago cada mañana es la del periódico Mediterráneo. Tanto es así, que cuando voy a Castellón mis amigos y familiares se sorprenden de lo enterado que estoy de cuanto pasa en la capital de la Plana”.

Monerris recuerda cómo, tras conseguir el número uno de su promoción, se trasladó a Menorca. “Vine para estar el menor tiempo posible, pero conocí a mi mujer. Las mujeres mandan mucho; basta decir que aquí sigo”.

Su andadura política arranca en 1998. “Me llamaron para formar parte del Consell insular de Menorca, que viene a ser la Diputación provincial. Salí elegido conseller, cargo que ocupé durante cuatro años. Luego fui director territorial de Educación del 2003 al 2007 con el Gobierno de Matas, y también secretario general del partido seis años”, señala.

Con timbre de voz emocionado detalla que, hace bien poco, recién cumplidos los 65 años, le llamaron para encabezar la lista municipal. “Accedí porque el PP se había portado muy bien conmigo y creo que le debo mucho al partido”.

Este castellonense que ya cuenta en su poder con la vara de edil de Ferreries no se cansa de repetir que quiere ser “el alcalde de los vecinos de mi pueblo”. Por ello, asume el puesto con “mucha responsabilidad. Hay que responder a la gente y atender sus inquietudes, que son muchas. Es un trabajo muy difícil, ya que concibo el cargo como una ocupación que abarca las 24 horas del día”.

Monerris presume de su pueblo de adopción y no duda en vender Ferreries a los castellonenses. “Lo cierto es que ya hay mucha gente de la provincia que lo conoce. Es muy popular por la zona conocida como cala Galdana, que es la perla del Mediterráneo. Son unas calitas preciosas. Este municipio es muy turístico y rico”. H