El patrimonio cultural castellonense ha recuperado en todo su esplendor una de sus obras locales: un relicario de principios del siglo XVIII procedente de la desamortización del convento de los Dominicos y que actualmente pertenece a la iglesia de San Vicente Ferrer, con una inversión de 6.000 euros. En esta, presentaron ayer la obra recuperada por un equipo multidisciplinar del Servicio de Restauración de la Diputación, el presidente de la entidad, Carlos Fabra Carreras, y la directora del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración, Ivacor, Carmen Pérez.

Se trata de un relicario múltiple de estilo rococó conteniendo ocho reliquias alrededor de una pintura de la Virgen con Niño bajo apariencia de la advocación de San Pópulo. Carmen Pérez explicó que está sobre soporte de madera dorado al agua con oro fino y pinturas al óleo sobre tabla y metal, y que con el paso del tiempo, el uso y la devoción, presentaba ataque de insectos, desgaste en la zona de la base dorada, oxidación y suciedad. También grietas estructurales sí como pérdidas de soporte y otros materiales diversos como incrustaciones de metal, concha o papel.

Carlos Fabra matizó, que gracias al convenio con la Universidad de La Soborna, fue posible conseguir la pieza de concha roja de tortuga que le faltaba. H