El secretario general del PSPV-PSOE en la capital, Pep Lluís Grau, declaró ayer a este diario que dejará su cargo si así se lo pide la ejecutiva de su partido. El también portavoz adjunto en el nuevo grupo socialista en el Ayuntamiento se expresó en estos términos tras conocer que hay algunos sectores de los socialistas castellonenses que están intentando sumar fuerzas para forzar su marcha y activar una gestora hasta que un congreso local pueda fijar un nuevo organigrama.

Grau explica que “no tengo ningún problema en poner mi cargo a disposición del partido y asumir las consecuencias. Yo nunca me he escondido de nada y no lo voy a hacer ahora”.

Esta nueva página en la crisis interna del PSPV-PSOE en Castellón se escribe después de la debacle electoral que provocó la pérdida de tres concejales y 10.000 votos por parte de la candidatura que encabezó Juan María Calles y tras la decisión de este último de no renunciar a su acta de concejal pese a las presiones que ha recibido para que abandone y deje paso a otros compañeros.

Las diferencias y tensiones entre las familias que conforman al partido en la capital se evidencian, una vez más, en estas semanas previas a la asamblea local convocada para el próximo día 2 de julio. Sectores como los nacionalistas que lidera Juli Domingo, los Ticos de Clara Tirado, los de Juventudes Socialistas y algún afín a Ignacio Subías están buscando la manera de forzar la dimisión de Grau, aunque hay otros, como el amplio grupo Socialistes de Castelló --que lidera la portavoz municipal y diputada Amparo Marco-- que apoyan la continuidad del concejal socialista al frente de la agrupación local.

Mientras tanto, nada se sabe de Juan María Calles. Sigue de baja laboral por ansiedad y en silencio respecto a su futuro y su participación en el grupo socialista en el Ayuntamiento. Mañana podría desvelarse la incógnita puesto que hay pleno y, por tanto, podría recoger el acta de concejal. H