El día D y la hora H han llegado. El 24 de junio del 2011, a las 20.00 horas, debe ser el principio del fin de Castellnou2005, empresa propietaria del paquete accionarial mayoritario del club; la jornada en la que el albinegrismo y el resto de ciudadanos que se consideran castelloneros den un paso al frente y clamen al cielo contra la gestión de los actuales mandatarios. En época de indignados, la afición del CD Castellón, a su manera, también lo está, y, sin duda, quiere demostrar su desencanto en la que se espera que sea la manifestación futbolística en nuestra provincia más multitudinaria de toda la historia.

Desde que el aficionado Sergio Sánchez promovió, vía redes sociales, la realización de la manifestación, la repercusión ha sido total. Una propuesta en un foro se ha convertido en uno de los temas de moda que corren de boca en boca en la capital de La Plana.

Mediterráneo salió ayer a la calle para sondear, por la zona centro de la ciudad, el sentir de una masa social totalmente afectada y resignada a la potestad autoritaria de unos propietarios de los que se desconoce qué quieren hacer con el futuro del club.

Las personas que quisieron dar su opinión, curiosamente, menos una de ellas, eran socias del Castellón y recientemente se han borrado por el desgaste que ha supuesto la mala política de gestión de Castellnou 2005.

UNANIMIDAD // El sentir de los seguidores es de decepción y malestar general. Uno de ellos, de los que fue más explícito, fue Manuel Gozalbo, propietario de una tienda de ropa en la calle Ayoza: “Estamos hartos de Castellnou. Tienen que marcharse ya. Han convertido el Castellón en su negocio económico particular, sin tener en cuenta en momento alguno la idiosincrasia del club y la pasión que ha habido en esta ciudad por el equipo”.

En sus manifestaciones recalcaba que “he sido socio toda la vida, pero hace unos años que he dejado de serlo, porque no comparto la forma de gestionar de esta gente”. Y fue más allá. “Es más, para mí es de admirar a aquellos aficionados que siguen siendo socios. Hay que ser de otra pasta par seguir ahí”, reconoce.

Por su parte, otro empresario de la zona, José Carlos Safont, que conservaba hasta el pasado año el carnet de socio 390, explicaba que “opté por borrarme porque no puedo con ellos”.

“Hay que hablar claro y que sepan que han jugado con nosotros, con el sentimiento de una afición, de toda una ciudad. ¿Cómo quieren que les apoyemos si solo miran por su propio interés? Es curioso, han podido más ellos que mi albinegrismo y he dejado de ir al campo”, añade.

Otros ex socios como Manuel Segarra, José Antonio Espín o Toni Sebastián tienen claro que “si no hay un cambio de propietarios, el club se va a la deriva”. “La gente ya no les va a apoyar más y si no se van cada vez irá menos gente a Castalia”, opinan.

Y uno de los pocos socios que todavía queda, José Rodríguez, fue tajante: “Castellón tiene mucha hambre de fútbol, pero si los que mandan no hacen nada para recuperar la ilusión de la afición les queda muy poca vida”. Esta tarde, todos a la manifestación.