Fue la noche más mágica del año pese a la prohibición de la Dirección General de Costas de encender hogueras en las playas o celebrar actos en el litoral. La costa de la provincia, de norte a sur, se llenó de castellonenses dispuestos a vivir una velada inolvidable y en cada municipio se realizaron las actividades programadas.

Eso sí, los ayuntamientos activaron dispositivos de limpieza y seguridad especiales para garantizar que las playas amanecieran en perfectas condiciones. Una de las localidades que movilizó a agentes hasta los puntos festivos fue Moncofa, ya que ayer mismo, su nuevo alcalde, Jaime Picher, se reunió con la Subdelegación del Gobierno para aclarar si podía celebrar actividades tras recibir una carta (que se envió a todas las localidades costeras) en la que se prohibía prender hogueras.

Picher explicó que “hemos tomado medidas extraordinarias para evitar problemas con las aglomeraciones de gente y la policía controlará (por anoche) que las maderas para encender los fuegos no contengan clavos”.

BUENA AFLUENCIA // El punto con más concentración de ciudadanos fue la playa del Gurugú de la capital, donde unas 40.000 personas disfrutaron de una noche de convivencia y magia, en la que los grupos hicieron sus ritos particulares. Además, se celebraron multitud de propuestas de ocio como el ya tradicional concurso de coques de Sant Joan o la animada verbena, que cerró la velada.

Los más valientes se animaron a mojarse los pies e incluso a bañarse dadas las altas temperaturas nocturnas. Una cita plenamente consolidada, ya que en otros municipios como Burriana, Benicarló, Alcossebre, Orpesa, Peñíscola o Almassora las playas registraron un lleno absoluto. H