El perfil medio de las personas que reciben tratamiento por adicciones en las diversas unidades asistenciales de Patim es de un hombre, de 30 a 40 años, sin trabajo, que no tiene vivienda propia y sigue residiendo en el domicilio paterno. Un perfil que se ha instalado desde hace más de un año, cuando hasta ese momento se trataba de un varón, de 30 a 40 años, solvente económicamente, con trabajo fijo, casado y con hijos.