Un domicilio del grupo 14 de Junio de Castellón tiene unos inusuales inquilinos, las palomas. Estos pájaros han invadido la puerta nueve, del quinto piso, del bloque G, escalera número cuatro, de dicha zona castellonense. La situación es insoportable para los vecinos, como comenta el compañero de rellano de estas aves, Juanje Urbán: “Me molesta la mala olor y la suciedad, pero lo que de verdad me preocupa es mi salud y la de mi familia”. Los palomos entraron hace unos meses por un hueco al piso y ahora lo han invadido, incluso ponen allí sus crías.

El piso está en proceso de embargo por lo que nadie se hace responsable de él, ni sus antiguos propietario, T. Savu y N. Savu, ni el banco que tramita la demanda. El caso está en manos de la justicia, por lo que actualmente el inmueble no tiene ningún propietario. El proceso de embargo se augura largo. Desde Servicom Oropesa, la empresa administradora de la finca, y con la colaboración y consentimiento de los vecinos, se ha denunciado el caso a la Policía Local y al Ayuntamiento. Ninguno de estos dos estamentos se ha acercado aún a la zona para ver los desperfectos que han causado las decenas de palomas del piso.

Inma Peris, en nombre de Servicom, puso una denuncia en la policía alertando de una posible incursión de okupas en el inmueble, ya que dicho piso se encontraba en situación de abandono y la puerta estaba entre abierta. Cuando desde la gestora de la finca alertaron que los okupas no eran personas sino palomas, decidieron denunciar el caso al Registro del Ayuntamiento en varias ocasiones, para pedir una posible solución a la invasión. La protesta no solo se centraba en el piso nueve de la finca, ya que el balcón del cinco y del tres también están en la misma situación, infectados de excrementos de paloma. Estos domicilios también comparten la condición de embargado.

MÁS CASOS // Este tipo de situaciones no solo ha surgido en esta finca, pues en la torre A de dicho grupo tuvieron, hace muy poco, que desinfectar el terrado de piojos de paloma. Tanta es la alarma, que desde la urbanización se plantean acudir a Sanidad, si nadie les soluciona el problema. Porque esta es, sobre todo, una cuestión que atenta contra la salud de los vecinos de la finca. “Es insoportable el olor que se desprende. Hay días que es inaguantable y asqueroso”, comenta Urbán. Además, “la imagen de la finca se ve afectada con estos balcones repletos de excrementos y suciedad”, concluye el vecino, harto de encontrarse con esta situación cuando llega a su rellano.

PELIGRO SANITARIO // Como bien decía el vecino Juanje Urbán y corroboraba la encargada de Servicom Inma Peris la situación, además de “asquerosa” es “insalubre”. Las palomas, conocidas vulgarmente como las ratas del cielo, son unas grandes transmisoras de enfermedades. Además, sus excrementos son corrosivos y perjudican el mobiliario. H