Un centenar de profesionales de la cerámica y sus familias se reunieron ayer en la plaza de las Aulas de Castellón para sumarse al Paseo Ciclista que, como cada año, organiza la Asociación Española de Técnicos Cerámicos (ATC) para potenciar la comunicación entre los profesionales de la industria castellonense fuera del ámbito laboral y liberar estrés y tensión. En su 27ª edición, decenas de trabajadores de firmas como Coloronda, Cretaprint, Quimicer, Río Tinto Minerales, Sefar, Grupo Torrecid, Ucersa y Zschimmer&Schwarz, junto a sus hijos se volcaron en la iniciativa, que este año visitaba las ermitas significativas de la capital.

Tal y como indicó la presidenta de ATC, Maribel López, “todo ha salido a pedir de boca”, exceptuando que no se pudo acceder a las capillas, aunque sí se hicieron paradas en los alrededores de cada ermita a lo largo de los 20 kilómetros de recorrido para descansar. López destaca su agradecimiento a todas las empresas participantes, así como a las personas que colaboraron para que el encuentro fuese nuevamente un éxito, en especial a Ucersa, que “ha pagado un almuerzo para todo el mundo y además ha proporcionado dos bicicletas en el sorteo”, un gesto encomiable, teniendo en cuenta la crisis económica.

Tras el recorrido, todos los asistentes se reunieron en una comida de hermandad que tuvo lugar en el Grao, en la que se sortearon un peluche de Bob Esponja, juegos de mesa, tablas de surf, bicicletas, cascos de bicicleta, chándals y equipajes de ciclista para niños y mayores. Asimismo, señala que “nos hacía mucha ilusión volver a Castellón y los policías que nos han acompañado en bici han sido encantadores”. Una jornada que sirvió para estrechar lazos y rebajar tensiones del día a día en un sector inmerso en profunda reestructuración. H